El repunte de la natalidad que se había producido antes de 2008, en parte gracias a las madres extranjeras, ha caído de nuevo. España vuelve a estar a la cola entre los países europeos con menos nacimientos. «Y eso significa la pérdida de prosperidad, de crecimiento económico y, sobre todo, de futuro», como apunta el presidente del Instituto de Política Familiar (IPF), Eduardo Hertfelder.
Hertfelder constata que «existe una relación directa entre las ayudas a la familia y un mejor índice de fecundidad». De hecho, afirma que «aquellos países con una política integral de apoyo a la familia consiguen incrementar la natalidad». Por ejemplo, Irlanda (2,05), Francia (2,01) y Reino Unido (1,91) son los que más natalidad tienen en Europa. Por detrás de España, solo están en Polonia (1,30), Rumanía (1,25) y Hundría (1,23).
Murcia, Cataluña y Navarra son las Comunidades que tienen mejores expectativas. Y las peores: Canarias, Asturias, Galicia y Castilla y León.