Mantener un orden es un hábito que nos permite organizar las cosas materiales pero también el tiempo, las ideas, etc.
Nos proporciona seguridad y confianza, favorece nuestras capacidades de atención y concentración y nos ayuda a ser más eficaces.
Por eso es importante que enseñemos a nuestros hijos a recoger y a ser ordenados.
A partir de los 2 años. Son capaces de guardar sus juguetes después de utilizarlos.
A los 3 años. Son capaces de meter su ropa sucia en la lavadora.
Y a los 4 años. Ya pueden dejar su dormitorio recogido, siempre y cuando les facilitemos la tarea, por ejemplo, si tenemos como norma guardar cada tipo de juguete en un espacio diferente: los muñecos en una caja con ruedas, los cuentos en una estantería, etc.
También les puede ayudar que pintemos cada cajón de un color (o poner una pegatina) y destinar cada uno a una clase de accesorio. También sería adecuado poner una percha o colgador a su altura para que se acostumbren a colgar su ropa.
El orden les hace ser más responsables, lo que favorece su aprendizaje y facilita la convivencia con ellos.
Artículo completo en Crecer Feliz. Nº 255. Diciembre 2009.